Cocina update

Si en algún momento leyeron que estoy renovando la cocina, saben que este espacio, como los textos de Joyce, es un "work in progress". No se emocionen. El trabajo en proceso es eso: una sucesión de etapas que en función de la vida familiar va tomando su propio curso. En consecuencia, no tengo fotografías de la cocina terminada. Comprenderán que con la revolución ocasionada por el cuarto cumpleaños de Camilo, aún no documenté los últimos avances. Sin embargo, tengo algunas imágenes del viernes por la tarde cuando, finalmente, pudimos poner los muebles en su sitio. Como habrán notado, el vajillero es el espacio de privilegio para cargar el celular pre-histórico de mi no-marido. En consecuencia, uno de mis proyectos añorados sería encontrar una solución estética a este inconveniente logístico, dándole al pobre Motorola el lugar digno de un veterano de guerra (estamos hablando de un teléfono móvil que ha sufrido heridas múltiples y sobrevivió estoico a una caída del noveno piso durante el casamiento civil del padrino de Camilo) 

También tengo que encontrar una solución para la mesa, demasiado grande y pesada para este espacio. Como la cocina es reducida, la mesa funciona como lugar de apoyo y elaboración. Hasta el momento, permanece cubierta con un pvc transparente que me rompe los ojos cada vez que lo miro, pero para la desmesurada madre, el plástico en las mesas es inherente a la vida familiar. La idea de cubrirla con vidrio fue descartada por poco funcional y casi peligrosa. Personalmente prefiero las mesas "desnudas"-salvo en ocasiones especiales- así que una de las posibilidades es cambiarla por otra cuyas dimensiones se ajusten más armónicamente a los metros de los cuales disponemos, tenga menos peso visual y no haya que cubrirla para protegerla. 

También tengo que encontrar un reloj que me guste. Al viejo reloj blanco (pueden verlo sobre la mesa) le salió la jubilación y va a pasar sus años de retiro en el taller, informándome la hora y esperando alguna intervención caritativa, cuando me acuerde de él. Y necesito darle un toque personal a la alzada de azulejos. Seguramente serán venecitas o apliques de vidrio en colores fuertes (se escuchan opiniones...)

Por ahora, es todo lo que puedo ofrecerles sobre la renovación de la cocina desmesurada. En estos días, cuando los vestigios de una fiesta multitudinaria hayan desaparecido sin dejar demasiadas huellas, podré tomar más fotos para compartirlas. Por si se lo preguntan...la fiesta de Camilo fue preciosa, con una tarde de sol ignorada en todos los pronósticos climatológicos y mucho, pero mucho ruido.

Si quieren ver las fotografías de la ambientación antes de que las publique prolijamente editadas, pueden visitar este enlace a mi  página de facebook. Es todo por hoy, feliz comienzo de semana!