En obra...

Las celebraciones en casa, como las que se hacían en mi infancia, son una experiencia en extinción. Pero definitivamente, son el tipo de fiestas que más disfruto. Disfruto de la organización, de imaginarme detalles para sorprender y de preparar la casa para recibir a la familia y los amigos. Este cumpleaños de Camilo es diferente porque es el primero sin el Tata y es el primero que celebramos viviendo en esta casa. Así que, en honor a mi padre que adoraba a su nieto y por amor al pitufo, estamos pensando en una gran fiesta, con muchas personas, inflable, cama elástica y toda la parafernalia cumpleañera de los tiempos que corren. Como esta madre además de organizar fiestas tiene una reconocida obsesión remodeladora, esta semana la casa es un caos total, porque a las bolsas de cotillón que se acumulan por los rincones se suma una cocina "en obra", lista para recibir una dosis de maquillaje. Por unos segundos, pensé en hacer cambios drásticos, como sacar la campana de vidrio, retirar muebles amurados y cambiar los azulejos, pero de esa manera se necesitaba la intervención de "personal calificado" y la verdad, en este momento tengo poca paciencia para tratar con los calificados de siempre. No quiero que me prometan que en tres días "está pronto" y terminemos comiendo la torta de cumpleaños entre bolsas de mezcla y cerámicas rotas. Además, tengo que pensar con el mismo criterio práctico que estoy utilizando para el resto de los ambientes. Hacemos lo que está a nuestro alcance, con lo que tenemos y el tiempo del que disponemos. No hay hazañas épicas planificadas porque estamos de paso. Así que...la desmesurada vive en obra. Estas son las imágenes del "durante".

Renovación low-cost de la cocina

Les presento: la cocina de la casa. Chiquita pero bien iluminada y con abundante ventilación. Hace algunos años mis padres cambiaron las cerámicas del piso y sustituyeron los muebles de madera del bajomesada por estructuras de obra con topes de granito. Mi padre valoraba los muebles hechos a mano y  eligió comprar muebles artesanales de madera. Los azulejos, siguen siendo los mismos que recuerdo desde que la memoria me asiste.

Renovación low-cost de la cocina

El afecto "ahumado" no es un truco de edición fotográfica. Es que mi madre -la verdadera protagonista de este ambiente- es tan distraída como yo (y sí...hay males que son hereditarios) y en estos meses "incendió" la cocina dos veces. Dejar un sartén con aceite sobre la hornalla encendida y contestar el teléfono son tareas incompatibles para quienes padecemos el síndrome del Leteo.

Renovación low-cost de la cocina

Como observarán, el espacio se merece por lo menos un make-up para actualizarla y agilizar la venta, algo de pintura, algunos accesorios y el resultado final... se los enseño el próximo lunes.