Estoy escapada. Un ratito. Mientras Camilo juega en la piscina y Fede se entretiene tratando de entender el ensamblaje del sistema de audio que compró en un impulso tecnológico incomprensible.
Mi despedida del año no es un balance. No podría escribir con honesta alegría sobre los días pasados sin traicionar la nostalgia que produce una pérdida cercana. Pero tampoco quiero empezar el año sin saludar a todas aquellas personas que han tenido comentarios amables y sugerencias sinceras, que compartieron emociones y creaciones.
A todas aquellas que lograron que sonriera aún en esos momentos en los que me parecía que no iba recuperar el entusiasmo. "Gracias" es la única palabra posible para ustedes: en letras mayúsculas y con los mismos colores con los que pintan, tejen, cosen, modelan y escriben.
Deseo un 2014 en el se estrechen vínculos y me ayuden en el nuevo proyecto que llega. No les voy a crear expectativas. Solo entre nosotras, les cuento que vuelvo a mi casa y ¡hay que hacerla nueva! Así que durante los meses por venir me encontrarán preparando una casa para vender y otra para vivir en familia. Las espero para transitar ese camino.
Deseo un 2014 en el se estrechen vínculos y me ayuden en el nuevo proyecto que llega. No les voy a crear expectativas. Solo entre nosotras, les cuento que vuelvo a mi casa y ¡hay que hacerla nueva! Así que durante los meses por venir me encontrarán preparando una casa para vender y otra para vivir en familia. Las espero para transitar ese camino.