Estante para libros reciclado.


Estante para libros reciclado.

Siguiendo la propuesta de Marcela, en Colorín Colorado, hoy comparto un proyecto frugal. Muy frugal. Y reciclado. Era un viejo cajón de cortina en el consultorio de mi padre. Sobrevivió al caos de la mudanza, al desmantelamiento total de la habitación y durante semanas estuvo en un rincón del taller. Detuve a mi madre cuando estaba a punto de tirarlo, cansada de que se cayera cada vez que entraba. Le expliqué que podía hacer algo con él, podía ser un estante. Un estante? Es simple: solo hay que pintarlo y usarlo invertido. Fácil? Seguramente. Así como lo observan en la primera imagen se veía al principio. De lejos, no está tan mal. Pero de cerca...Lo que parece madera no es más que contac, estropeado por el tiempo.

Estante para libros reciclado.

De allí en más, la tarea fue retirar el papel adhesivo, limpiar con alcohol, masillar las zonas desparejas, lijar...

Estante para libros reciclado.

Pintar de blanco y presentarlo en la pared. Reconozco que colocarlo no fue tan sencillo cómo esperaba. Originalmente quería utilizar algún sistema "oculto", similar al de los estantes flotantes. Pero, este estante tenía que estar preparado para recibir el peso de los libros de Cami. En consecuencia, me terminé rindiendo a las clásicas ménsulas blancas que venden en las ferreterías. En definitiva, no son tan visibles. Bueno, al menos no me molestan tanto como pensaba. Solucionado el problema (más conflicto psicológico de aceptación de las ménsulas que problema real) este es el resultado, que ya vieron en el desafío Antes y Después de Blad

Estante para libros reciclado.

Estante para libros reciclado.
Era un cajón de cortina, hoy es el estante para los libros de mi hijo. Como dije, furgal, muy frugal.